CALIGRAFIANDO

Con ésto de las nuevas tecnologías, hacía ya tiempo, que la que susbribe, no había practicado el sano y erudito arte de la caligrafía, más allá de simples palabras sueltas, o una rubica, aquí o allá.

Todo lo demás era y es, elaborado a golpe de tecla o arraste de ratón.

Desagradable sorpesa ha sido pues, que al elaborar un documento manuscrito, nos hayamos dado cuenta de como hemos decaido en nuestro antaño pulcro arte de caligrafriar.

Atrás quedaron viejos tiempos, en que gracias a dones ambidiestros, conseguiamos seguir sin problemas aquellos malditos apuntes, con ajena envidia por su impolutez absoluta.


Añoro mi antigua caligrafía. No es dejadez, es la huella de tiempos vividos. De surcos y meandros que las distintas historias han tatuado en mi carne.

por unos escasos momento me he sentido derrotada, lo admito, al ver los estragos que vivencias al límite, han dejado en mi carne. Pero ha sido sólo un breve momento. A reglón seguido hemos recordado, que salimos victoriosa de esos embates. Que aunque magullada, aún lucimos carne.

Recuperaremos el arte del caligrafiado, y aunque puede no consigamos la perfección de antaño. saldré victoriosa y haremos todo lo posible por acercarnos más a esa antigua perfección.

¿Pecamos de vanidad al no soportar vernos mezmados?

ahh, vanitutis vanitatitis