el Norte



Habia una vez, un hombre que poseia una brújula, que no marcaba el Norte, sino que marcaba, el sitio exacto, donde estaba lo que él más deseaba.

Todos los que veían su brújula, se reían de él, al ver que no marcaba el Norte.
¿Para que quería alguien atesorar algo que no servía para su función principal?

Pero... ¿ Para qué querria el hombre poseer una brújula que marcase el Norte, si en el Norte no se encontraba lo que él más deseaba?

Hubo un momento en que el hombre confuso, no sabía bien que era lo que más ansiaba, ¿ lo que siempre había buscado? ¿ O lo que últimamente le quemaba las entrañas? Por lo que la brújula no podía indicarle el rumbo...

Entonces el hombre se busco a quien deseara, lo mismo que él en principio deseaba, para que la brújula le indicase el camino, y desde allí, ver si eso era lo que de verdad deseaba, o deseaba lo que últimamente deseaba.

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