Enfados

Me despierto, sin saber donde estoy, miro por la ventana. Un dia gris se perfila amaneciendo por la ventana y... ¡Hostias! Me he dormido. Yo nunca me duermo. Soy más puntual que un mayordomo inglés sirviendo el Té.

Me levanto, mi corazón late rápido, algo va mal. Busco mi ropa y me pongo el pantalón del chandal. No mierda, este no es mío. Ggrgr. Me lo vuelvo a quitar y continuo buscando mi ropa.

Su, llegará tarde a su ruta del colegio. Merdé, merdé!!!!.

-¿Se puede saber que haces a las... seis de la mañana? -escucho un voz adormilada -¿Un Domingo?-

- Voy a levantar a Su, y llevarla al cole. Tú, todo lo demás.- contesto sin mirar.Unas zapatillas, necesito unas zapatillas. Y he de lavarme la cara y peinarme...

- Es domingo- D-o-m-i-n-g-o-Escucho lentamente.

-¿Domingo?- pregunto no muy segura, con un zapato en la mano mientras mi cerebro procesa esa información. -¿Estas seguro?
- Sí,-suspiro adormilado- Del domingo que viene después del sabado y antes del lunes. ¡Ese Domingo!
- Joder!- Escupo mientras dejo lo que tengo en la mano, y arrastro mi corazón aún latiendo a mil de nuevo a la cama.- Joder, joder, joder. - Repito mientras golpeo la almohada con la mano para ahuecarla.

¿ Qué me sucede? Algo va mal. Mis chacras están desincronizados. Mis biorritmos alterados y mi mal humor disparado.

- Estoy enfadada. -Murmuro en alto.


Eso es, ahora recuerdo. Estoy enfadada con EL. Muy enfadada. Tan enfadada que me gustaría tirarle piedras encima. Emmm.. Bueno creo eso ya lo hize ayer...

- Si, sé que estás enfadada.- Escucho tras un bostezo.

- Con él, no contigo.- Le gruño.
- Abricias para mí.
- No me sienta nada bien enfadarme, ¿ Sabes? Me repatea estar enfadada con él.
- uhm.....

Pero YO si tengo razón, Él no. No, no no y no.

Pero espera, estoy enfadada y despierta, ¿Por qué ha de estar el objeto de mi enfado dormidito cual bebe?

Ringggg, Ringgg. Y sonrió malvadamente, pensado su móvil suena con una canción de Queen bastante ruidosa.

-¿Quéeeee????
- Estoy enfadada contigo.- Escupo.
- Bien, princesa ya somos dos.
- Y estoy despierta,- le digo.
- Fantástico, pues dejame decirte que ahora, yo no estoy dormido.
- Pues me alegro.- Y cuelgo con una gran sonrisa en la boca.


Sé que Algor nunca se puede dormir, tras haberse despertado. Que se fastidie y vea el amanecer un domingo para variar. No voy a ser yo la única desvelada...

Por cierto, noto como mis chacras se sienten un poco más sincronizados, busco mi postura, el calorcito de las sábanas, aún puedo abusar de la cama unas buenas tres horitas más... Que se fastidie Algor.